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Fascitis Necrosante: una revisión actualizada.

Fasciitis necrotizante o fascitis necrosante es una infección rara pero potencialmente mortal de los tejidos blandos profundos, como los músculos, los tendones y las fascias. La enfermedad se caracteriza por la inflamación y la necrosis (muerte) de los tejidos afectados. La fasciitis necrotizante puede ser causada por diferentes tipos de bacterias, pero es más comúnmente causada por estafilococos y streptococos.

 

La fasciitis necrotizante es considerada una emergencia médica debido a su rápida evolución y al alto riesgo de mortalidad. La tasa de mortalidad de la fasciitis necrotizante varía entre el 10 y el 30%, y puede ser aún mayor en pacientes con comorbilidades subyacentes.

 

El diagnóstico temprano y el tratamiento agresivo son fundamentales para reducir la mortalidad y las complicaciones relacionadas con la fasciitis necrotizante. El tratamiento incluye la administración de antibióticos intravenosos y la cirugía para eliminar los tejidos infectados. Es importante iniciar el tratamiento tan pronto como sea posible, ya que la fasciitis necrotizante puede progresar rápidamente y puede ser fatal si no se trata adecuadamente.

El diagnóstico clínico de fasciitis necrotizante se basa en los signos y síntomas, así como en las pruebas de laboratorio. Los signos locales incluyen dolor intenso continuo, edema intenso y extenso de la piel, eritema y equimosis con áreas de anestesia cutánea que preceden a la necrosis, y la presencia de gas en los tejidos detectado por palpación e imágenes. Los signos generales incluyen palidez de piel y mucosas, deterioro progresivo del estado de alerta, fiebre ≥38°C, hipotensión, taquicardia, agitación psicomotriz (delirio), abscesos metastáticos (émbolos sépticos o siembras a distancia), falla multiorgánica, y choque.

 

La prevención de la  fascitis necrosante o fasciitis necrotizante incluye el tratamiento temprano de las infecciones cutáneas, la vacunación contra el neumococo y la prevención de lesiones en los tejidos blandos. También es importante estar alerta ante las señales tempranas de la enfermedad y buscar atención médica inmediatamente si se sospecha de fasciitis necrotizante.

 

 

Fascitis necrosante.
Fascitis necrosante.

El diagnóstico clínico de FN presenta dos fases:

1. Signos locales:

a) Dolor intenso continuo.

b) Edema intenso y extenso de la piel.

c) Eritema y equimosis con áreas de anestesia cutánea que preceden a la necrosis.

d) Apariencia "benigna" de la piel en un inicio, seguida de signos evidentes de necrosis.

e) Ampollas y bulas.

f) Presencia de gas en los tejidos detectado por palpación e imagen.

g) Rápida progresión de necrosis y sepsis aun con el uso de antimicrobianos.

 

2. Signos generales. Asociados a respuesta inflamatoria sistémica:

a) Palidez de piel y mucosas.

b) Deterioro progresivo del estado de alerta.

c) Fiebre ≥38°C d) Hipotensión.

e) Taquicardia.

f) Agitación psicomotriz (delirio).

g) Abscesos metastáticos (émbolos sépticos o siembras a distancia).

h) Falla multiorgánica.

i) Choque Para el diagnóstico por tiempo de instalación se recomienda investigar los siguientes datos clínicos: Síntomas tempranos (primeras 24 horas)

1.- trauma menor o lesión dérmica (la herida no parece necesariamente infectada)

2.- dolor en el área de la lesión o en la misma región o extremidad.

3.- el dolor es generalmente desproporcionado al grado de la lesión y puede iniciar como un “tirón” muscular aunque la evolución del dolor es progresiva . 4.- Se presentan síntomas parecidos a una virosis, como diarrea, náuseas, fiebre, confusión, vértigo, debilidad y malestar general.

5.- deshidratación.

6.- el síntoma mayor es la combinación de todos los síntomas.

 

El paciente se sentirá peor de lo que se había sentido antes sin entender porque. Síntomas de progresión (3 a 4 días).

1.- la extremidad o área corporal que experimenta el dolor comienza con edema y puede presentar erupción color púrpura o violáceo.

2.- la extremidad puede tener grandes áreas con cambio de coloración (obscuro), y la lesión evoluciona a ampollas llenas de líquido negrusco.

En conclusión, la fasciitis necrotizante o o fascitis necrosante es una infección rara pero potencialmente mortal de los tejidos blandos profundos. Es importante un diagnóstico temprano y tratamiento agresivo para reducir la mortalidad y las complicaciones relacionadas con la enfermedad. El tratamiento incluye la administración de antibióticos intravenosos y la cirugía para eliminar los tejidos infectados. El diagnóstico se basa en los signos y síntomas, así como en las pruebas de laboratorio. Es importante estar alerta ante las señales tempranas de la enfermedad y buscar atención médica inmediatamente si se sospecha de fasciitis necrotizante. Además, la prevención incluye el tratamiento temprano de infecciones cutáneas, la vacunación contra el neumococo y la prevención de lesiones en los tejidos blandos.

Referencias Bibliográficas:

  1. Stevens DL, Bisno AL, Chambers HF, et al. Practice guidelines for the diagnosis and management of skin and soft-tissue infections. Clin Infect Dis. 2005;41(10):1373-406.
  2. Lipsky BA, Berendt AR, Cornia PB, et al. 2012 Infectious Diseases Society of America clinical practice guideline for the diagnosis and treatment of diabetic foot infections. Clin Infect Dis. 2012;54(12):e132-73.
  3. Wong CH, Khin LW, Heng KS, et al. Necrotizing fasciitis: a review. J Orthop Surg (Hong Kong). 2011;19(2):157-64.

 

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